Pueblo nahua suspende actividades por ataques del crimen organizado
El pueblo nahua de Santa María Ostula, situado en el municipio de Aquila, ha tomado la decisión de suspender todas las actividades públicas debido a los recientes ataques perpetrados por el crimen organizado en las últimas semanas. La población, compuesta por alrededor de 700 habitantes, ha optado por no realizar grandes festividades ni clases en las escuelas ante la amenaza de más agresiones, según lo informado por el consejo comunal.
Tanto Ostula como su vecino La Cofradía, con más de 400 habitantes, han exigido a los tres niveles de gobierno garantías para la seguridad y la integridad de sus residentes. Los días primero y 5 de febrero, la jefatura de tenencia fue atacada por aproximadamente 50 miembros del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), armados con rifles de alto poder y drones, destruyendo el edificio, denunciaron las autoridades comunales.
En un comunicado, la localidad nahua demandó el respeto y la garantía de la labor realizada por la guardia comunal de Ostula, así como los derechos de los defensores de la tierra y la seguridad comunitaria. Además, solicitaron protección para la organización comunal, la libre determinación, la seguridad comunitaria y el derecho a vivir libre de violencia.
Los habitantes de Ostula están convencidos de que la guardia comunal cumple con su responsabilidad de proteger a los ciudadanos. Gracias a su intervención, solo una persona resultó herida en los recientes ataques. Por esta razón, consideran crucial que la guardia permanezca en Ostula y La Cofradía, ambos ubicados en la zona serrana, a 18 kilómetros de La Ticla, un pueblo cercano a la carretera costera Lázaro Cárdenas-Colima.
Los ataques contra Ostula tienen un trasfondo que se remonta a la década de 1970, siempre vinculados al despojo de sus recursos naturales. En las 17 mil hectáreas de la demarcación se encuentran minerales como hierro, plata y oro, así como maderas preciosas que han sido enviadas a China.
El asesor jurídico de Ostula, Raymundo Ortiz, señaló que la región de Aquila es importante por el tráfico de drogas, principalmente cocaína, que llega en lanchas desde Sudamérica, y por la carretera costera, conocida como la ruta Panamericana, que conecta directamente con los puertos de Manzanillo, Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán.
El CJNG es la organización delictiva más reciente en asediar la región. Para Ostula, evitar que se establezca cualquier cartel es crucial, ya que conllevaría más despojos, extorsiones y violencia. Entre los despojos sufridos por Ostula se encuentra el ocurrido en la aldea de Xayakan, invadida por pequeños propietarios del ejido La Placita, liderados por el ex jefe de tenencia Federico González, conocido como El Lico.
Desde 2009 hasta 2018, 34 comuneros de Ostula fueron asesinados y seis desaparecieron, sin que hasta la fecha haya detenidos. En medio de la violencia, surgieron grupos de autodefensa en la región, logrando el desmantelamiento de Los Templarios. Sin embargo, el CJNG busca ahora controlar estos territorios.
El CJNG ha incursionado en la región sierra-costa en los últimos tres años, desencadenando el desplazamiento de familias y enfrentamientos con grupos armados locales, incluida la guardia comunitaria de Ostula.
Los ataques y la violencia en la región reflejan una compleja situación que demanda una respuesta urgente por parte de las autoridades y un compromiso con la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas.